Civilizaciones del mundo y proyecciones (Parte 2: La religión)

Figura 1: Mapa que compartió el anterior Presidente de Rusia, Dmitri Medvédev, en su canal oficial de Telegram. El mapa muestra la predicción de Medvédev al final de la OME; Una Ucrania dividida en una parte occidental no-ortodoxa  y absorbida por Polonia, una Ucrania residual con sede en Kiev, y una parte oriental de índole ortodoxa anexada a Rusia.

En esta entrega continuo la discusión pasada acerca de las diferentes civilizaciones en el mundo. En el post pasado nos enfocamos en la demografía, en este caso, como pueden darse cuenta, las civilizaciones están altamente asociadas a dos ingredientes en particular; La religión y el lenguaje. Podría ser, la religión tal vez, la principal característica en el mundo que define a una civilización. Ya en su libro en 1996, S. Huntington hablaba en las primeras páginas que, usando paradigmas antiguos, uno podría esperar que Ucrania atacara a Rusia eventualmente por sentirse amenazada y que terminaría siendo conquistada. Por otra parte, usando el paradigma de las civilizaciones, Huntington predecía que sería más probable que el conflicto en Ucrania terminara con una división en dos Ucranias; Una Ucrania oriental que sería absorbida por Rusia, dada su alta población Ortodoxa, y una Ucrania occidental aparte, como residuo. Podemos observar que, dada la actual Operación Militar Especial (OME) este parecería ser el caso que se avecina. Aunado a esta predicción de Huntington y la reciente anexión de territorios Ucranianos a Rusia. Más aún, podemos agregar que el anterior Presidente de Rusia, Dmitri Medvédev compartió en Julio del 2022 el mapa que mostramos en Fig. 1, una Ucrania dividida, tal como lo decía Huntington (salvo una aparición espontánea de Polonia). Así, muestro un ejemplo de la importancia de la religión como componente civilizatorio en la geopolítica actual.

 

Figura 2: Porcentaje de la población mundial que puede ser asociado a las diferentes religiones en el mundo. La recta punteada vertical representa el año 2022.

 

Ahondando más en datos y etiquetas, las principales religiones en el mundo en términos demográficos son: El Cristianismo, el Islam, el Hinduismo, el Budismo, el Judaismo, el Sijismo (Sikhism en Inglés) y las religiones tradicionales (folk en Inglés) chinas, como puede ser el Taoismo, confucionismo, y budismo chino, entre otras. Si consideramos estas religiones, que a su vez están altamente relacionadas a las civilizaciones que explicamos en la publicación pasada, podemos graficar, usando datos del seminario teológico del Gordon-Conwell (Status of Global Christianity, 2022), el porcentaje de la población mundial que sigue las religiones mencionadas anteriormente en la Fig. 2. Como podemos observar, al día de hoy el Cristianismo tiene el mayor número de creyentes y que el islam eventualmente los revasará. Mientras que el Cristianismo propaga la religión principalmente por evangelización (conversión), el Islam lo hace por conversión y reproducción. Así, políticas de control de la población (no me declaro fan de estas) serían más fáciles de aplicar y más entendibles para la población en países como China, que en países con considerable población islámica como la India o alta como Bangladesh. Después tenemos un porcentaje hindú y sijista (que habitan en la India, principalmente), siendo la India el país secular por excelencia, siendo tierra de cristianos, sijistas, musulmanes, y principalmente hindús. Así, la India es un país altamente complejo y su gran variedad de religiones lo hacen un país junto a la pacificidad que propaga el hinduismo, lo hacen un país con altas capacidades mediadoras en el ámbito internacional, lo cuál observamos hoy en día con la crisis en Ucrania. Es más probable que India logre ser un mediador entre el eje Rusia-China y el eje OTAN, que un país como México, por ejemplo. En la gráfica, podemos notar el degradamiento de la religión en China y, aunque poco aparente, el decrecimiento en la población no religiosa, que, pese a que crece en número, no lo hace en porcentaje.

Figura 3: Porcentaje de la población asociada a las diferentes ramas principales del cristianismo.

Sin embargo, si nos enfocamos en el cristianismo, podemos dividirlo en católicos y ortodoxos, que se separaron hace unos mil años. Más aún, una rama del cristianismo se separó del catolicismo hace unos 500 años, que es la rama protestante. Ahora, podemos ver, que la religión que comprende sobretodo el territorio ruso, que es la religión ortodoxa, ha ido decreciendo durante el tiempo con respecto a las otras. Similarmente, aunque con mayor número de creyentes, los católicos dominan el cristianismo aunque los protestantes han ido en aumento. Por ejemplo, Estados Unidos ya es en su mayoría protestante, con un tono a veces hasta sionista. Sin embargo, el protestantismo ha ido creciendo y tomando lugar en tierras latinoaméricanas, que en su gran mayoría son católicos. Así, tenemos el caso de Brasil, donde alrededor del 30% de su población ya son fieles protestantes, y podemos decir que el 50-60% son católicos. Esto, como vimos en las recientes elecciones de Brasil, cobra relevancia al elegir el rumbo del país, donde la parte protestante de cargo hacía el lado de Jair Bolsonaro y lo dejó muy cerca de ganar las elecciones en la segunda vuelta, frente al actual presidente Lula da Silva. Así, podemos ver que la civilización occidental guarda un gran porcentaje de católicos, aunque países como Estados Unidos y Gran bretaña (que no parecen ser grandes aliados de Europa más allá de las supuestas alianzas) guardan una alta población protestante. Países Europeos más cercanos a Rusia tienen un alto porcentaje de ortodoxos, que incluso son mayoría en países como Rumanía. Pero, pese a todo, parece ser que el bastión, o el nuevo polo del catolicismo, se cargará hacia América Latina. Cabe destacar, que países con diferentes religiones, suelen mostrar un alto grado de complejidad en la política doméstica, donde las diferentes religiones parecen ya sea tomar rumbos políticos distintos (como fue el caso de Brasil), o otorgar distintas ventajas a religiones minoritarias, como es el llamado "reservation system" en el cual la India otorga preferencias laborales o escolares a grupos de religiones minoritarias distintas al hinduismo (como por ejemplo, sijistas y musulmanes), más allá del mérito. Por ejemplo, un estudiante con un buen grado académico, superior al de otro estudiante de otra religión no-hindú, puede perder un puesto académico a pesar de tener mayor puntaje, ya que el gobierno reserva cierto número de asientos exclusivos a las diferentes religiones minoristas del País. Por otro lado, países como China con distintas religiones, como el taoísmo, budismo, confucionistas, etc, logran algo ciertamente sensacional. Esto es, basado en un sistema de meritocracia y ciertamente apartando las diferencias religiosas en el gobierno, logran una gobernabilidad excepcional, ya que las diferencias religiosas en la población no terminan repercutiendo en el país. Lo anterior, puede ser a que China no es una democracia (concepto anticuado que viene de la Grecia antigua y que se ha venido modernizando conforme a las reglas occidentales) al estilo Américano. Sin embargo, prefiero citar al Dr. Zhang Weiwei, que considera a China una "civilización de estado" y destaca lo siguiente: A lo largo de la historia, Europa ha sufrido muchas guerras religiosas, yo destaco las distintas cruzadas entre el cristianismo y el islam, o recientemente la actual guerra híbrida o partición en una Ucrania ortodoxa y no ortodoxa. Sin embargo, pese a que China tiene distintas religiones, China nunca en sus miles de años de historia a tenido tales guerras religiosas a gran escala y las distintas religiones han logrado convivir juntas. Simple y sencillamente, él agrega, la religión es una forma de vida, es algo personal, pero cuando consideramos a una nación, la religión no debe interferir con la política. Con lo anterior, yo concluyo, un defecto actual de la democracia, y que la vuelve maniquea, es que, la democracia al estilo occidental, es un modelo que tiende a ser vulnerable cuando una nación tiene más de una religión importante, demográficamente hablando.